Por Micaela Bilas.- Diego Giustozzi, entrenador de la selección argentina de futsal, dialogó en exclusiva con “Todo Futsal” en el medio del entrenamiento de la Sub-20, este miércoles por la tarde en el predio de AFA, Ezeiza.
-¿Cuáles fueron las primeras sensaciones como entrenador al conseguir el campeonato del mundo en Colombia?
-Un poco de satisfacción y relajación de que uno hace bien su trabajo. La tranquilidad interior de que le devolví algo a mi país, la alegría de ver la felicidad de la gente y ver a los jugadores que festejaron un titulo del mundo, que desde adentro de la cancha debe ser algo soñado. Soy mucho más feliz por ver la alegría del resto que por mí mismo.
-¿Cómo fue el encuentro con Mauricio Macri en la quinta de Olivos luego de ser campeones?
– En lo personal me puso muy contento. Significa que el logro fue importante porque si el presidente se toma el tiempo para saludarnos y charlar con nosotros debido a que el resultado fue significativo.
-¿Creés que cambió algo en el futsal desde el Mundial hasta hoy?
– El tiempo es corto, es difícil que cambie algo. Sí, es verdad qué la gente nos mira con otros ojos, ahora saben de que se trata este deporte. Esperemos que traiga un salto de calidad. Las cosas se estaban haciendo bien pero hay que mejorar muchísimo. Ojalá que el mensaje que dejamos nosotros lo capten los dirigentes y entienda que es un momento para hacer todavía más.
-Una vez comenzado el campeonato, ¿pensabas a la Argentina como candidato?
– Sí, porque habíamos salido campeones de América, habíamos ganado tres títulos de seis, porque el resto de los países nos miraba como candidatos. En el Mundial nos dimos cuenta que de ser candidatos a ganar hay un mundo. Hemos aprendido mucho.
-¿Qué pensás que falta para que el futsal llegue a ser un deporte olímpico?
-Un poco de tiempo, eso seguro. Ya es una cuestión reglamentaria y política. Nosotros pertenecemos a FIFA y ya tiene el futbol. Además la relación Comité Olímpico- futbol no sé si es la mejor así que dependemos de otros entes. Sinceramente yo soy feliz como estamos y de cómo está creciendo el futsal. Obviamente ojalá sea olímpico, sería muy importante.
-¿El futsal argentino está en su máximo nivel o tiene más para mejorar?
-Lo mejor que tiene es que hay mucho margen de mejora, la selección consiguió un logro inimaginable porque estábamos a años luz de obtener un título mundial. Disminuimos la brecha hasta salir campeones del mundo con seriedad, con capacidad, con humildad. Está creciendo bastante pero es el momento de dar el salto de calidad.
-¿Ahora cual es el próximo objetivo de cara a lo que viene?
– Lo único que me da este título es la confirmación de que vamos por el camino correcto. No tiene que cambiar nuestra idea y nuestra metodología de trabajar. Con los mismos objetivos, que es poner a Argentina en la elite mundial continuamente. Trataremos de que no sea sólo lo la victoria de un cuerpo técnico y una camada de jugadores, sino que esto se mantenga en el tiempo.
-Vos que jugaste en Italia y en España, ¿Qué diferencias notas con el futsal de acá?
– Hay una diferencia abismal, es difícil explicar con palabras. Estaría muy bueno que viajemos al exterior para darnos cuesta dónde estamos parados y qué necesitamos, no digo copiar pero si sacar algunas ideas. Estamos muy lejos, espero que este Mundial haga que la brecha se acorte.
-¿Qué cosas pensás que se pueden adaptar del fútbol convencional al futsal?
-Algunos conceptos los adapto, obviamente cambian un montón de reglas y situaciones, pero creo que en muchos aspectos el futbol moderno de hoy es muy compatible al futsal. Sea en táctica o metodología de trabajo.
-¿Cómo empezaste en el mundo del futsal?
– En esa época se arrancaba por hobby, yo jugaba fútbol y futsal. Me fui enamorando del deporte, después me agarró un representante y me llevó a Europa. Ahí arrancó mi carrera profesional.
-¿Alguna persona en particular te incentivó a jugar?
-Los técnicos de ese momento. Quique Ocampo por ejemplo, yo jugaba en inferiores y él me subió a primera. Me enseñó las primeras armas.
-¿Extrañás ser jugador?
– No, en ningún momento. Ni antes de los partidos, ni durante. Yo terminé de jugar mentalmente agotado y ya tenía ganas de empezar la carrera de entrenador.
-¿Qué recordas de esa época?
– Las primeras veces que le ganamos a Brasil en la historia, fueron momentos en la selección increíbles. Mi paso de Italia a España – donde ningún jugador argentino jugó en la primera de España- fue algo muy lindo.
-¿Incursionarías en el fútbol?
– La verdad, no lo pensé. Nunca me detuve a pensarlo, a mi me gusta hacer las cosas al 100 % y yo sé que hoy por hoy puedo estar con el futsal, que es lo que me apasiona y estoy capacitado. Que mi forma de trabajar y mi modo de ver se puede adaptar con el futbol si puede ser pero de ahí a trabajar lo veo muy lejano.